Infertilidad masculina

La infertilidad se define como la incapacidad de lograr un embarazo luego de un año de relaciones sexuales frecuentes sin protección. El factor masculino se ha relacionado con el 40% de las causas por las cuales una pareja no logra el embarazo.

La infertilidad masculina puede estar provocada por varias condiciones, algunas se pueden identificar y tratar y otras se logran diagnosticar pero no cuentan con un tratamiento específico. Este factor juega un papel muy importante ya que hace parte del 50% de los factores involucrados en lograr un embarazo. Es por eso que el estudio del factor masculino se hace cada día más importante cuando tenemos una pareja que no ha logrado un embarazo de manera espontánea antes de un año e incluso cuando existen otros factores femeninos asociados como la edad de la pareja.

Existen múltiples causas de infertilidad masculina algunas de ellas pueden ser congénitas como es el caso del hipogonadismo hipogonadotrofico congénito, tumores suprarrenales, criptorquidia, tumores testiculares, alteraciones genéticas como el síndrome de Klinefelter, microdeleciones del cromosoma Y, ausencia de conductos deferentes;  o adquiridas como el varicocele, obstrucción quirúrgica de conductos deferentes (vasectomía), exposición a fármacos, quimioterapia o radioterapia, exposición a altas temperaturas, disfunción sexual o eyaculatoria entre otras. Así mismo, se puede considerar la infertilidad idiopática que puede estar causada por múltiples factores como alteraciones endocrinas, estrés oxidativo, alteraciones genéticas y epigenéticas.

Es muy importante poder realizar una valoración del factor masculino desde la realización de la historia clínica del paciente, teniendo en cuenta la parte sexual así como la realización del espermograma. El espermograma es el examen más sencillo mediante el cual podemos identificar como está la calidad espermática.  Este estudio que se toma por masturbación debe ser evaluado idealmente en un laboratorio de reproducción asistida. Dentro de los parámetros que se analizan se encuentra el volumen, el pH, su aspecto macroscópico, la concentración espermática (que es la cantidad de espermatozoides por mililitro), la movilidad de los espermatozoides y la morfología (forma) siendo relevante las formas normales. Basados en estos parámetros podremos definir como está la calidad de los espermatozoides y poder definir una alternativa de tratamiento para lograr un embarazo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha definido unos criterios para la evaluación de la calidad espermática. En la última revisión del 2010 se definieron como parámetro normales un volumen de 1.5 ml, concentración 15 millones/ml, movilidad progresiva mayor a 35%, morfología normal mayora 4%. Basado en estos parámetros se pueden encontrar alteraciones como oligozoospermia que es la disminución de la cantidad de espermatozoides, astenozoospermia como la disminución en la movilidad, teratozoospermia alteración en la forma espermática. En muchas ocasiones puede existir combinación de estas alteraciones e incluso se puede observar ausencia total de espermatozoides que se define como azoospermia. Dependiendo de la alteración que se encuentre en el espermograma se recomienda un tipo de tratamiento de reproducción asistida como es la inseminación y en los casos más severos fertilización in vitro e ICSI (inyección intracitoplasmatica de espermatozoides).

Publicado el 11 noviembre 2020|Actualizado el 11 noviembre 2020|Sobre Reproducción Asistida.|
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